Publicado en Vanguardia.com.mx: 13-Febrero-2008
Trece años después, frente al pelotón de fusilamiento, Netscape había de recordar aquel año remoto en que llegó a desplazarlo Internet Explorer incluido en el sistema operativo Windows 95.
En 1995 Netscape gozaba del 90% del mercado, pero el programa preinstalado en su versión de Windows logró en siete años arrasar y evitar toda posibilidad de competencia de las nuevas versiones que surgían de Netscape Navigator y Communicator. Por ello inició una demanda.
Tres años después el departamento de Justicia de Estados Unidos falló contra Microsoft por destruir a su rival y no permitir utilizar la aplicación Java como un moderno lenguaje de programación. Microsoft tuvo que pagar millones de dólares a Netscape y abrir más información de sus programas. Pero no lo detuvieron.
En 1999 Netscape intentó respirar y se dividió. Por un lado la empresa fue comprada por el gigante de medios América Online y por otro se creo una fundación, Mozilla, que promueve la programación abierta.
Desde hace varios años Netscape ya había perdido el rumbo y ni siquiera su faro que alumbra desde una isla, lo podía salvar del naufragio. Hace unos días la empresa América Online anunció que a partir del primero de marzo dejaría de actualizar a Netscape, una decisión que no sorprende después de varios años de agonía y menos del 1% de presencia en el mercado.
Pero con el tiempo comenzaron a surgir otros actores en línea más peligrosos que la programación Java y Netscape: el código abierto, Google y las iPods en sus múltiples versiones. Con esas nuevas aplicaciones en línea se terminó con la idea de que todo lo controlado por un navegador era una mina de oro.
A la par aparecieron otros navegadores: Firefox de Mozilla, Safari de Apple y por último el noruego Opera.
Según empresas analistas el mercado de Internet Explorer es de 70% a 85%. Pero el programa que lleva la delantera en cuanto a prestigio es el veloz Mozilla Firefox, con 15% a 30% de usuarios en el ciberespacio y más de 30% en Europa, dado que viene alumbrado por ser de código abierto.
De hecho, el sistema de ventanas internas o pestañas con los que cuenta la ultima versión de Internet Explorer fue copiado de Mozilla. Opera cuenta con un 4% aproximado del mercado.
Pero el gigante del software dirigido por el hoy filantrópico Bill Gates utilizó durante años estrategias engañosas. Por ejemplo, dificultar en Windows la desinstalación de varios programas y promover su multimedia Windows Media Player, lo que no dejaba que otros programas fueran dados a conocer.
Por ello, Microsoft fue acusada en Europa y después de varios años y multados en el verano de 2007 por haber abusado ilegalmente de su posición dominante en el mercado.
Aun así, parece que el ganón fue Microsoft, y en la actualidad muy pocos usuarios pueden desinstalar Internet Explorer de su equipo. Es posible lograrlo, pero sólo por expertos.
¿Pero en verdad ganó Microsoft la guerra de los navegadores? Según publicó recientemente el periódico británico Financial Times en un articulo de Thomas Hazlett, hace 10 años las ganancias de Microsoft eran poco menos de 300 mil millones de dólares, y hoy no ha variado mucho. Por lo contrario, en sólo cinco años Google y Apple lograron reunir el mismo capital.
Ellos son los nuevos enemigos de Microsoft.
Ahora que Netscape agoniza en el pelotón de fusilamiento, muere parte de la historia de Internet y refleja cómo en el mundo virtual también las batallas son reales. Descargar otras opciones de navegadores (mozilla.org, opera.com y apple.com), y probarlos es la única forma de conocer y decidir libremente quién nos guía en la red, ese amplio océano virtual plagado de maravillas.
(elinterescolectivo@yahoo.com)
*Alejandro Cárdenas López es Director General del ICAI, la información aquí contenida es personal y no refleja la postura institucional.