miércoles, octubre 13, 2004

Entre la espada y la Internet

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ALEJANDRO CARDENAS LOPEZ / LONDRES, INGLATERRA. OCT. 13, 2004 (SALA DE PRENSA).-LONDRES.- El 20 de septiembre apareció el siguiente mensaje en el sitio de Internet Jihadist: “¡Allah el todopoderoso! ¡Sheikh Abu Musab Zarqawi, que Allah lo proteja, matando brutalmente al primer rehén americano!”.

Después del mensaje se muestran alrededor de 20 hipervínculos para descargar el video con imágenes de la decapitación de Eugene Armstrong, contratista estadunidense en Irak.

Lo hicieron simplemente por medio de Internet y la nueva tecnología de una empresa llamada YouSendIt, que permite crear ligas múltiples de archivos largos y descargarlas por muchos usuarios.

La crisis de rehenes, que inició hace varios meses, mostró cómo un grupo de militantes islámicos en Bagdad abrió otro hoyo al saco roto de la credibilidad del primer ministro británico Tony Blair y su alianza con Estados Unidos en la ocupación militar y económica en Irak.

Los contratistas fueron secuestrados en Bagdad el pasado 16 de septiembre por el grupo extremista “Tawhid y Jihad” (Monoteísmo y Guerra Santa), liderado por el jordano Abu Musab Zarqawi, acusado de ser miembro de la llamada red Al Qaeda.

Desde julio pasado, el grupo se ha adjudicado más de 20 ejecuciones de forma similar. Más de 100 extranjeros de países que apoyan la colación militar han sido secuestrados desde la invasión, en marzo del 2003. Además, alrededor de 13 mil civiles y militares iraquíes han muerto, 300 en los primeros días de septiembre, según el sitio Iraqbodycount.net. Las bajas de los soldados de la colación son más de mil y varias zonas están controladas por rebeldes.

El mundo virtual

Si en Irak la situación es tan delicada, en el mundo virtual es más compleja. Los sitios de grupos extremistas promueven su ideología, entrenan y reclutan adeptos: es un espacio que los medios tradicionales no les daban. Internet, como medio genuinamente interactivo, es cada vez más difícil de censurar que otros medios, especialmente la televisión. Su influencia aún es poca, pero cuando chispea con otros medios pueden meter en problemas a un gobierno.

Los videos de los contratistas estadunidenses decapitados Eugene Armstrong y Jack Hensley no tuvieron gran impacto en Estados Unidos, pero los dos videos del británico Kenneth Bigley rogando por su vida a Blair acapararon la atención prácticamente de todo Reino Unido.

“Internet ha transformado la forma en que los periodistas ingleses trabajan, ahora es la herramienta más útil de los medios. Para buscar información sobre una historia es el primer lugar al que acuden”, dijo para Justin Lewis, codirector de la escuela de periodismo de la Universidad de Cardiff en Reino Unido y columnista del periódico The Guardian.

Por ejemplo, los dramáticos clamores de la familia de Bigley a los medios fueron noticia principal de la BBC de Londres, de Canal 4, de estaciones de radio y de todos los periódicos sin importar su tendencia política.

La historia fue cubierta a tal grado que obligó al gobierno a hablar del tema y tomar medidas urgentes. Por ejemplo, han repartido en Bagdad panfletos pidiendo información sobre Bigley, y miembros de servicio exterior, junto con líderes de la comunidad islámica en Reino Unido, viajaron a Bagdad. El primer ministro ha llamado varias veces a la familia del secuestrado en Liverpool y externa sus condolencias cada vez que aparece en público o da entrevistas. Es otra piedra en el zapato.

El poder del bit

Desde finales de 2001, cuando el gobierno de Estados Unidos inició la “guerra contra el terrorismo”, se ha incrementado el número de grupos extremistas en Internet, no sólo de militantes islámicos, sino también de otras ideologías y religiones.

Según la empresa SurfControl, empresa líder que filtra información en línea, en los últimos cuatro años el número de sitios violentos y extremistas creció un 300 por ciento en 15 países, publicó The Guardian. La mayoría tiene contenido religioso y fue creada en Estados Unidos.

SurfControl distingue dos tipos: los que activan el odio social y los que promueven abiertamente la violencia. Entre ellos proliferaron grupos racistas, antiestadunidenses, de conspiraciones judías, mutilaciones y sadomasoquistas. Las causas de tal escalada son: el crecimiento de Internet, la violencia de los medios y el impacto de las noticias respecto de las dos recientes ocupaciones militares en Irak y Afganistán.

Al Qaeda fue de los primeros grupos en promover sus actividades en Internet. El gobierno de Bush los acusa de transmitir por Internet boletines de entrenamiento, enviar mensajes encriptados en fotografías para preparar ataques, dar consejos sobre secuestros y mostrar instrucciones para crear bombas.

Uno de los pioneros fue Alneda.com, donde distribuían el boletín digital Al Battar, actualmente en su edición numero 18. Cada vez que era descubierto o atacado, ya sea por el gobierno de Estados Unidos o hackers voluntarios, cambiaba de proveedor de Internet en sitios de Malasia, Texas y Michigan.

Según Reuters, la mayoría de lo sitios son en árabe y transmiten declaraciones contra los “americanos infieles” y sus aliados, y promueven la ideología de líderes musulmanes radicales que llaman a los militantes “a matar a los americanos y atacar sus intereses”.

Por ello, en 2002 se creo en Estados Unidos Siteinstitute.org, una asociación civil basada en Washington especializada en analizar sitios extremistas, documentos públicos y medios internacionales para localizar “a grupos terroristas y sus partidarios”. El rotativo informó que los sitios también son claves en la promoción de las ideas y edictos de algunos clérigos.

Por ejemplo, la influencia del grupo Al-Twaid proviene del académico musulmán Abu Qatada, actualmente preso en Londres. Mucho de su catecismo está disponible en Internet. Siteinstitute.org siguió a detalle los recientes secuestros en Irak y transcribió al inglés las recientes decapitaciones y comunicados publicados en los sitios del extremista Zarqawi y otros “sitios islamistas radicales”.

El artífice y cerebro de la estrategia ya fue identificado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos con el nombre de Abu Maysara al Iraki, el webmaster del grupo que tiene preso a Bigley y quien utilizó el servicio de la empresa YouSendIt, según publicó The Washington Post. El periódico inglés The Observer informó también que se descargaron alrededor de 20 mil videos de las ejecuciones de “infieles” por el grupo de Zarqawi desde julio pasado.

Crisis de rehenes

Cinco días después del secuestro de los tres contratistas, el martes 21 de septiembre, Al-Tauhid anunció en Internet el asesinato del segundo contratista estadunidense: Jack Hensley. Poco después aparecieron varias ligas interactivas para descargar el horroroso video de la decapitación que dura nueve minutos.

Hensley es el quinto civil estadunidense asesinado de este modo en Irak, de un total de alrededor de 30 personas ultimadas de 15 nacionalidades, entre ellas canadienses, turcos, italianos y nepalíes. El caso del Bigley sería el primero de la corona inglesa.

De ellos, al menos 10 aparecieron en sitios extremistas islámicos y otros en cadenas de televisión árabes como Al-Jazeera o Al-Arabia. Muchos de los secuestradores sólo piden dinero, otros buscan crear un impacto político y social.

La administración de George W. Bush ha reiterado que no negociarán con terroristas, mientras que durante esos días, en su país, los medios dieron relevancia a la batalla en las encuestas y la cálida visita a Washington del primer ministro interino de Irak (seleccionado por el gobierno de Bush) Iyad Allawi.

Lo grotesco se vuelve común

Según el periódico inglés Daily Telegraph, los rotativos de Estados Unidos como The Washington Post, The New York Times o The Wall Street Journal dieron muy poca cobertura a los dos contratistas asesinados, sólo publicaron las historias en páginas interiores, aunque algunos medios como la cadena de televisión CNN o el periódico USA Today sí dieron relevancia a la historia y entrevistaron a los familiares de los contratistas.

Los secuestros se realizaron unos días antes que el primer ministro iraquí visitara Reino Unido, Estados Unidos y la sede de Naciones Unidas. La petición del grupo extremista fue liberar a “las hermanas de Irak”, dos científicas iraquíes del gobierno del Saddam Hussein, expertas en armamento, y actualmente encarceladas por la coalición.

El día que fue asesinado el segundo rehén, el 21 de septiembre, el ministro de justicia del gobierno interino de Irak, Malik Dohan al-Hassan, anunció la liberación de una de las científicas, llamada Rihab Rashid Taha. La decisión no tenía que ver con las peticiones del grupo extremista, sino con un proceso legal.

Pero mientras el primer ministro iraquí era aclamado en Estados Unidos, Tony Blair intervino junto con miembros del gobierno estadunidense y detuvieron la liberación de Rihab Taha, según los medios ingleses. “Ninguna será liberada de forma inminente”, dijo un portavoz. Esa situación comprometió más a Blair como “principal aliado de Estados Unidos”, provocando una de las críticas mas serias dentro de su país y su partido, además de su distanciamiento de la visión europea, liderada por países como Francia o Italia.

Internet y la televisión

Los secuestradores tienen el control de la historia, dijo el académico Justin Lewis. “Se han vuelto muy hábiles en usar a los medios, ni siquiera soñaron haber tenido esa cobertura, y los medios caen en su trampa”, agregó. Pero cuestiona: “¿Por qué ésta es una gran historia? Hay gente muriendo en formas horribles en el mundo, en Haití murieron cientos de personas y la cobertura fue mínima”, dijo.

Para él, la historia tuvo tal cobertura en Reino Unido por su preferencia hacia cualquier tema relacionado con el terrorismo. “Automáticamente pasa como noticia principal y eso, combinado con las imágenes de Internet, provocan el impacto”, agregó Lewis.

Según el diario The Independent, la estrategia del grupo de Zarqawi se modificó y ha creado “una campaña deliberada de uso del espectáculo, por medio de videos y sitios Web, para presionar fuertemente a los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido”.

“La forma tan directa y el énfasis con que Bigley se dirige al primer ministro, indican que tenía un guión establecido con el objetivo de involucrarlo directamente”, publicó el rotativo.

Los secuestradores notaron la gran preocupación de los medios en Reino Unido; por ello, en lugar de matarlo, grabaron el video de 11 minutos donde Bigley ruega a Blair: “Sólo usted me puede salvar”.

Los videos son inteligentes, editados, de calidad profesional. Por ejemplo, visten a las víctimas como los presos en la Bahía de Guantánamo y, al asesinarlos, leen un mensaje en árabe, escrito en un tono profético.

Según The Observer, los videos contienen mensajes que occidente no entiende: Zarqawi y otros militantes se dirigen a “una audiencia en el mundo de 1.3 billones de musulmanes”.

Las dramáticas respuestas de la familia de Bigley y sus apariciones públicas han comprometido aún más al primer ministro inglés. De hecho, Paul Bigley, hermano del secuestrado, ha responsabilizado directamente a Blair si Kenneth es asesinado.

La prolongada agonía del contratista sugiere que lo utilizan para galvanizar sentimientos contra la guerra. La simpatía de Reino Unido con la familia de Bigley responde al alto porcentaje de británicos que se opusieron a la ocupación en Irak.

Un nuevo poder

Los expertos en Internet y académicos británicos David Garntlett y Ross Hagley, quienes editaron el libro Web.Studies, han afirmado que los periodistas ya no son los únicos que pueden influir en la opinión pública en los conflictos. En este caso, la poca cobertura de la guerra de Irak en 1991, comparada con las imágenes desgarradoras de 2003 y 2004, rompe con la distancia entre imagen y realidad que imponían los militares y gobiernos censores. La causa principal era que el público, al descubrir la crudeza y el horror de los conflictos modernos e industrializados, mostraría su rechazo.

Pero las decapitaciones tocan lo grotesco, y de hecho la mayoría de las cadenas de televisión británicas y árabes no transmiten los asesinatos.

El gobierno británico y medios estadunidenses han acusado a los ingleses de ser plataforma para los terroristas porque permiten “que los terroristas los toquen como si fueran violines”, como dijo The New York Times.

Tony Blair, en su primera entrevista a los medios después de la crisis de rehenes, mencionó que le sorprendía la habilidad de los secuestradores de “manipular a los medios modernos”, porque dejan a los políticos en una “posición difícil”. Para Lewis por su parte es preocupante ver cómo disminuye la capacidad de análisis serio de lo que pasa en Irak. “La idea de que un gobierno legitimo enfrenta a un grupo de terroristas, no explica todo, y eso es lo único que nos dan”, dijo.

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