jueves, mayo 30, 2002

Delitos con violencia, a la alza desde 1990: Banco Mundial

votar





Alejandro Cárdenas López / EL UNIVERSAL online

Publicado en El Universal
Ciudad de México

Jueves 30 de mayo de 2002
"Vivimos en una de las regiones más violentas del mundo", afirma el libro crimen y Violencia en América Latina, editado por el Departamento para América Latina y el Caribe del Banco Mundial y publicado en el 2001, uno de los pocos estudios sobre violencia en una de las zonas más conflictivas del mundo.

La investigación se basa en cinco estudios sobre los determinantes sociales del crimen y la violencia en diferentes ciudades de región, y revela que en la ciudad de México el robo no violento era más frecuente al inicio de los años noventa que el robo violento, que no sólo afecta a la economía nacional, sino que además mercados ilícitos.

La crisis económica de 1982 coincide con el aumento de delitos. La tasa promedio de delitos disminuyó en 1993, con un registro de mil 704 delitos por cien mil habitantes. Pero en 1994 vuelve a crecer esa tasa 21 por ciento , en 1994, y de 35 por ciento en 1995, año de la crisis económica. De 1990 a 1994 el indice delictivo aumentó 40 por ciento y en 1995,se registraron 218 mil 599 delitos, lo que representó un incremento del 35 por ciento respecto al año anterior.

Los datos mencionados indican que la violencia criminal repercute sobre la calidad de vida, la salud, y la situación económica, política y social de los ciudadanos de un país. Los investigadores realizaron una encuesta de victimización en la ciudad de México en la que revelan información sobre probabilidad de asalto y el perfil de las víctimas y los delincuentes. Estudiaron la posibilidad de ser víctima de un delito depende, según el libro, del sexo, nivel escolar, situación laboral y tasa de desempleo.

Renata Villoro, investigadora y economista, coautora del capitulo quinto del libro mencionado, "Tendencias y causas del delito violento en el Distrito Federal de México", junto con otros cinco conocedores de la materia, afirma en entrevista a través de Internet que "una crisis económica generalmente se traduce en un aumento en el crimen violento".

"En particular, en el caso de México, una disminución de 1 por ciento en la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) trae consigo un aumento de .76 por ciento en la tasa de homicidios, y un aumento de 1 por ciento en la tasa de desempleo aumenta en 1.2 por ciento la tasa de homicidios", afirma Villoro.

El crimen violento aumentó 148 por ciento en México entre 1975 y 1997, según comenta el libro, que está basado en datos del Instituto Nacional de Geografía Informática y Estadística, la Secretaría de Salud, del Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas y la Procuraduría de Justicia del DF.

Entre los resultados generales se encontró que dos de los determinantes significativos en estas ciudades fue: ser hombre, que tiende a incrementar la posibilidad de ser víctima y en segundo lugar el estar desempleado, que reduce el riesgo.

Es decir, un hombre tiene 33 por ciento más de posibilidades de ser asaltado y agredido que una mujer y un desempleado tiene 400 por ciento menos posibilidades de ser victimado violentamente, que las de un empleado.

Algunas de las aproximaciones muestran que las personas con mayor educación tienen 50 por ciento más de riesgo de ser víctimas que las que no tienen estudios.

El libro también muestra datos sobre el índice delictivo en México y en las 16 delegaciones del Distrito Federal, según una encuesta de victimización realizada en abril de 1999 realizada a 2 mil 605 hogares de la ciudad e México a individuos de ambos sexos mayores de 15 años. Las delegaciones donde se cometen más delitos de robo con violencia son en Miguel Hidalgo, Tlálpan, Coyoacán, Alvaro Obregón, Azcapotzalco, Cuauhtémoc y Cuajimalpa.

Otros resultados de la encuesta indican que el porcentaje de denuncia es menor cuando el delito ocurre dentro de la propia delegación que cuando ocurre fuera de la propia delegación o colonia.

Sicología del criminal, analizada por la teoría económica

votar





Alejandro Cárdenas López / EL UNIVERSAL online

Publicado en El Universal
Ciudad de México

Jueves 30 de mayo de 2002
La economía vista como una ciencia que puede predecir el comportamiento humano, es el principal planteamiento que defiende Andrés Roemer en su libro "Economía del crimen".

Este comportamiento proporciona a la sociedad y las autoridades una visión distinta de la delincuencia en nuestro país y principalmente en la ciudad de México.

El economista y abogado Andrés Roemer tiene una maestría de la universidad de Harvard, un doctorado en políticas públicas, de la universidad de Berkeley y actualmente es Secretario Técnico del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Su estudio, publicado en el año 2001, parte de estadísticas y teorías económicas sobre el crimen y la delincuencia, que él mismo denomina como un problema "fundamental" a nivel mundial y que los gobiernos deben tomar en cuenta, y "no deben escatimar" en recursos económicos para resolverlo.

El libro hace un análisis de tres aspectos: en primer lugar los crímenes contra las personas, el homicidio y violación, por ejemplo; después los crímenes contra la propiedad, como robo y corrupción; y por último crímenes sin víctimas, drogas, apuestas y prostitución.

Desde dicha perspectiva económica, un fenómeno "se analiza bajo una realidad, que es la escasez de recursos". Lo que permite ver que las crisis económicas están estrechamente relacionadas con el aumento de tasas criminales violentas, principalmente de homicidios.

Con base en estadísticas, Roemer plantea la previsibilidad del "mercado" del crimen, su racionalidad, el corto-beneficio por parte de los delincuentes y de la sociedad.

Los anterior no quiere decir que el delincuente haga un análisis elaborado, "pero le queda claro que matar a una víctima reduce el riesgo de ser capturado, sin aumentar el castigo (incluyendo costos morales), entonces es muy probable que el delincuente jalará el gatillo", indica.

¿Cómo piensan los delincuentes?

Andrés Roemer ha sido asaltado dos veces a mano armada. "No me ha pasado nada, pero una vez iba con mi hijo", comenta. Es por eso y otras cosas que decidió hacer una investigación de un tema difícil de analizar y relacionar: la violencia criminal.

Una de las principales razones que llevaron a dedicarle nueve años a un libro, al mismo tiempo que trabajaba otros temas, fue una preocupación personal por el análisis de la conducta humana. Afirma que su libro es más sicológico que económico, porque lo que está atrás de todo parte de cómo es el ser humano.

Roemer ha editado dos libros sobre políticas públicas y actualmente escribe uno más sobre la relación de la economía con la cultura. Por eso su inquietud sobre las causas que hacen "que el ser humano sea proclive a construir o a destruir".

Para él, dos de los temas más relevantes en términos sociales son la delincuencia violenta y el miedo que produce en los ciudadanos. Su libro indica que la delincuencia no sólo tiene costos directos o físicos en caso de violencia, sino también influye la parte del miedo, "tiene costos en la productividad de la gente, la salida de inversiones de un país, el cambio de agenda por la inseguridad", comenta.

El temor de los ciudadanos es preocupante, pese a que se reduzcan los índices criminológicos "la gente de todos modos tiene mucha desconfianza y vive con miedo, y es un problema tanto o más serio que el delito mismo, porque afecta no solo a la víctima sino a la gente que contextualiza el mismo".

Para él, la delincuencia genera problemas graves a mediano plazo, porque causa que los ciudadanos ya no crean en el marco de derecho institucional. "Cuando las legalidad de un país se empiece a perder, en un largo plazo se deteriora el sistema", advierte Roemer.

El libro analiza principalmente a los sujetos que delinquen, es decir cómo conciben el costobeneficio de sus acciones. El autor toma en cuenta la forma de pensar de un delincuente, en relación al tipo de castigo que le corresponde, aunque no deja de tomar en cuenta los crímenes pasionales y situaciones afines.

"Una persona, antes de cometer un delito actúa racionalmente, (por ello) podemos predecir que va a pasar en X o Y circunstancia", afirma. Comenta que está comprobado que los delincuentes, sin tomar en cuenta a delincuentes de cuello blanco o quienes delinquen a través de computadoras, no valoran el futuro, porque sólo les preocupa el hoy, lo que define como "una miopía intertemporal".

En este sentido, no importa el castigo si los delincuentes sólo piensan en el presente, una mayoría de ellos provenientes de condiciones sociales adversas y de pobreza.

Por ejemplo el costo-beneficio de una política puede cambiar las reacciones de los delincuentes. En el caso de que se aplicara la pena de muerte, la reacción será "violar o matar" a su víctima, porque ya no tendría peor pena. Sin embargo la probabilidad de que lo atrapen por robar y matar a una persona aumenta.

En este sentido, hay varias propuestas que hace el autor en términos de políticas públicas que según el estudio económico reducirían los crímenes violentos, principalmente los homicidios: Reducir el gusto o la preferencia por la violencia que, según estudios, los medios de comunicación dan una irreal y peligrosa discrepancia de la severidad de las consecuencias del uso de armas.

Incrementar el costo del castigo esperado. Esta probabilidad se refiere a la cantidad de recursos asignados para prevenir el delito, la eficacia con que se utilizan esos recursos, y las restricciones en el uso de los mismos.

Incrementar el castigo, tomando en cuenta la forma y la magnitud. El último punto tiene que ver, según Roemer, esn que en México 17.58 por ciento de los delincuentes sentenciados por homicidio registrados en los juzgados de primera instancia, reciben la pena máxima y la mayoría de ellos reciben penas menores. Una posible explicación de lo anterior, indica el estudio, es que se requiere una mayor cantidad de pruebas y elementos para comprobar un homicidio, que otros delitos.

Plantea experto delegar a bancos control de la vigilancia en sus sucursales

votar





Alejandro Cárdenas López / EL UNIVERSAL online
El Universal
Ciudad de México

Jueves 30 de mayo de 2002
¿Por qué roban los bancos? le preguntan a un asaltante. Porque ahí esta el dinero responde. El ejemplo anterior muestra, según el especialista Andrés Roemer, el punto de vista racional de los delincuentes y ciudadanos, gobierno y banqueros.

En este sentido la seguridad de los cuentahabientes al interior de las sucursales bancarias, es uno de los temas más polémicos actualmente en la ciudad de México. A nivel gobierno hay pláticas con los bancos por parte del secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, quien ha afirmado en varias ocasiones que la mayoría de las sucursales carecen de las medidas de seguridad indispensables y los trabajadores de éstas instituciones están "coludidos" con los asaltantes.

Al respecto, el economista experto en política pública afirma que hay dos criterios importantes a tomar en cuenta. El costo de una policía representa un bien para la ciudadanía, y el segundo que los banqueros se preguntan por qué pagar la policía si pagan impuestos.

Este tipo de problemas se dan cuando hay escasez de recursos, por eso Roemer se pregunta si poner más policías en un banco en verdad reduce la delincuencia en ese sector.

Para ello propone que el gobierno y los banqueros deben hacer hacer ejercicios pilotos para determinar la efectividad de la delincuencia. Comenta, que es preciso tomar en cuenta el factor del miedo, es decir que al ver a los policías en la sucursal, los ciudadanos probablemente sientan más seguridad. "Imagínate que ya no se pagan los policías por parte del gobierno y los bancos pagan a esos policías, a lo mejor suben los costos y termina pagando el ciudadano", dijo.

Y hay que ver si la gente está dispuesta a pagarlo, comenta. La siguiente pregunta que surge es: ¿cuánto dinero se ha gastado el gobierno en policías para cuidar un banco? Como respuesta propone que el banco administre a los policías negociando con el dinero del gobierno. El banco dice, "dame el dinero y yo contrato mis policías, yo confío más en mi propio sistema".

Lo anterior Roemer lo analiza como opción porque se es más eficiente si una persona maneja su propia seguridad. Aunque comenta que podrían florecer policías privadas y lo que también generaría un problema.

Otro aspecto a tomar en cuenta para Roemer es el estudio de los espacios en los bancos. Menciona que el arquitecto Óscar Newman ha diseñado arquitecturas de bancos que han disminuido delincuencia.

"Las probabilidades de que te atrapen cometiendo un delito está en función de cómo está construido el banco" y tiene que ver "con la visibilidad, la luz, la tecnología", afirma Roemer.

BBCMundo.com | Ciencia y Tecnología