Cambiar la agenda hacia el "vandalismo" en lugar de responder a la crisis de seguridad

¿Cómo cambiar la agenda mediática de un estadio incapaz de responder a una crisis de seguridad? 

Inventando y provocando hechos "vandálicos" y hacer que los medios comparsa lo difundan todo el día y toda la noche con cierto grado de hostilidad. Los medios pasan de la quema de la puerta de Palacio Nacional a la quema de la verdad.

Que no se hable de los padres indignados, de las críticas de medios internacionales, de los intelectuales cuestionando al "torpe" Estado, de las peticiones de renuncia a Murillo Karam y Peña Nieto o sobre la casa que Televisa cedió a Angélica Rivera relacionada con la constructora favorita del Edomex.


El Glasgow University Media Group en Escocia realizó diversas investigaciones que demostraron que durante las coberturas de TV de las huelgas contra la política privatizadora de la primer ministra Margaret Thatcher en Inglaterra, los argumentos de las posiciones de los actores, siempre reproducían la agenda del gobierno, y no la de los trabajadores. 

En 1980 analizaron los programas de la TV británica y evidencian una serie de recurrencias entre la modificación de los equilibrios políticos y los criterios de creación de la noticia. Concluyen que los medios en verdad representan mediante sus contenidos un falso pluralismo dominado por los grandes poderes que controlan y que difunden la perspectiva ideológica de los grupos dominantes. Además los "notables" o los "dueños" son representados de un modo más favorable que los "dominados". Un ejemplo es la representación mediática sobre los huelguistas de los que se habla sistemáticamente con cierta hostilidad, de acuerdo al libro Teorías de los medios de comunicación de Federico Boni.

 

Imagen: Bansky

La agenda es que se hable de los hechos vandálicos, nada gobierno que minimizó la situación de seguridad.

Es una señal de desesperación la forma en que mueven el aparato de Notimex, TV, radio difundiendo sólo la parte violenta de las manifestaciones. 

Aquí los titulares d cuatro noticias difundidas por Notimex 9 y 10 de noviembre, inclinando la balanza hacia la agenda de "vandalismo":

1-.Senadores llaman a diálogo para evitar violencia en manifestaciones (declaraciones que respaldan lo que dijo Peña Nieto antes de irse a China)
2.-Se aplicará la ley a responsables de quema de Puerta de Palacio Nacional: Rubido (estuvo en la portada de Notimex toda la tarde del lunes 10 de noviembre, como si fuera lo más importante del día)
3.-Ortega pide a normalistas no destruir economía de Guerrero (Pero Notimex no realizó nota de la protesta del lunes 10 de noviembre hacia el aeropuerto de Acapulco, sólo de la respuesta del Gobernador).
4.-Violencia sólo empaña manifestación pacífica por Ayotzinapa, advierte Barbosa (toman las declaraciones de un funcionario de 'izquierda')


Como dice Italo Calvino, "ilustres palacios en decadencia".

Este tipo de coberturas son debates públicos reducidos y empobrecidos. De acuerdo a Fabio López de la Roche académico especialista de los medios en Colombia, señala que este tipo de coberturas son causa de los intereses comerciales y políticos de los conglomerados financieros en los medios de comunicación. Ello significa reducción del pluralismo político.

¿Están locos los  padres de los jóvenes desaparecidos y los normalistas para actuar así de violentos? ¿Por qué tienen que llegar a eso? ¿Es legítimo el reclamo?

Para complementar y desnudar ese estilo descalificar Teun A. van Dujk publica lo siguiente en la página 29 del libro "La noticia como discurso". Los gritos contra del vandalismo y la violencia de los encapuchados de personajes como Alejandro Cacho, Ricardo Alemán, Javier Alatorre, José Cárdenas o Ana Paula Ordorica de quedan sin argumentos ante esta definición:

"A través de un análisis profundo de los programas informativos, son capaces de demostrar que las interpretaciones dominantes de estas huelgas consiguen un sutil trato de favor en las noticias, por
ejemplo a través de los planos cercanos y la perspectiva de las entrevistas, u otras estrategias. Esto significa que el punto de vista de los trabajadores no aparece tanto en la pantalla o se encuentra enmarcado en circunstancias menos creíbles.

"Así, las huelgas se representan, la mayoría de las veces, como problemas para el público (los espectadores de las noticias televisivas): causan retrasos e inconvenientes, mientras que al mismo tiempo contribuyen a aumentar los problemas socio económicos del país. En una visión de este tipo de las huelgas, las exigencias salariales pueden únicamente interpretarse como una conducta irracional". 

La descalificación de grupos que realizan la legítima protesta en medio de hechos aislados como la estación del Metrobús de CU, vehículos en las oficinas del gobierno de Guerrero o la puerta de Palacio Nacional, genera el hastío de la población. Y lo que resulta es que nos quejamos incluso contra quienes defienden los intereses de las mayorías, como alza al transporte, menor calidad educativa, menor pluralismo en medios. El Vandalismo, con "V" grande parece ser más de estado.