Por Alejandro Cárdenas López / Publicado en De10.mx
"De la rosa lo último que nos queda es el nombre", es la frase con la que termina el famoso libro del escritor italiano Umberto Eco, "El nombre de la rosa", que muestra cómo los elementos originales van perdiendo su esencia y terminan en algo diferente a lo que inició, justo lo que, para el director de la revista Wired, le sucede a internet.
Varios artículos publicados en septiembre han despertado inquietud en la comunidad, medios de comunicación y empresas, por el riesgo de mitigar el origen comunitario, libre y rápido de internet. La revista Wired en su edición de septiembre publicó su texto "La web ha muerto, ¡Que viva internet!", un texto de su editor y fundador Chris Anderson, el cual despertó amplia polémica.
De acuerdo a la revista, dos décadas después de su nacimiento, la World Wide Web está en deterioro, donde las Apps (aplicaciones) y los dispositivos móviles tienen servicios impecables, pero al parecer se trata "menos de buscar y más acerca de obtener" y es víctima del "curso inevitable del capitalismo".
El uso de dispositivos móviles, chats, videos, Peer to Peer y consolas de videojuegos, generan que los usuarios pasen tiempo en internet, "pero no en la web", un mundo al que Google no puede atrapar en plataformas que se acomodan mejor a la vida de los usuarios.
"Uno de los cambios más importantes en el mundo digital ha sido el moverse de una web abierta y ancha a plataformas semicerradas que usan internet como vía de comunicación, pero no como un navegador", publicó Wired.
Ante la publicación, revistas como The Economist y El País y analistas de internet retomaron el tema con opiniones diversas.
Por ejemplo, el gurú de la web Francis Pisani en El País asumió un postura crítica y contestó a la publicación norteamericana con un texto llamado "La web no ha muerto", donde menciona que al diferenciar internet de la web, confunde la evolución del navegador con el fallecimiento de la web.
En su texto Pisani retoma reacciones e ideas de grandes pensadores, entre la cuales menciona a Tim O'Reilly quien afirma que lo esencial de la red de redes sigue siendo la abundancia de datos y explica que las nuevas aplicaciones de teléfonos móviles, son las mismas que se ven en web, pero "con otro interfaz".
Al respecto, la revista británica The Economist amplía la discusión en su edición de Septiembre y menciona que en los últimos quince años internet creció desproporcionadamente por ello se sumaron otras redes. "Sus estándares de apertura hicieron las interconexiones sencillas y baratas, disolviendo barreras entre redes académicas, corporativas, y de consumidores", publicó.
Ahora internet es tan grande y tan utilizado que gobiernos, empresas y operadores quieren que "algunas partes funcionen diferente, para promover sus propios intereses políticos y económicos", añadió el semanario.
A partir de estos textos y lo que ha permeado de ellos, De10.mx analiza los peligros que acechan la libertad en internet por la llamada "Contrarrevolución Virtual".
1. Las Apps: La principal crítica es dirigida a las llamadas aplicaciones para dispositivos móviles, donde los usuarios pueden descargar contenido con un dispositivo (ya sea Balckberry o Apple, entre otros), sin necesidad de utilizar un navegador o un portero, como Mozzilla, Chrome o Internet Explorer.
Se critica que es una tendencia contra el código abierto aunque quienes lo defienden afirman que no se valoran los esfuerzos de las empresas por desarrollar nuevas formas de comunicación e interacción con los usuarios.
Apple en iTunes o Amazon con Kindle, con cientos de miles de aplicaciones, han sido criticados por la censura de contenidos de libros y de aplicaciones, se han vuelto los nuevos "porteros" de los contenidos.
2. La tentativa de centralización: El principal ejemplo que menciona The Economist es Facebook, la red social más grande, dado que funciona con una estructura semi cerrada donde los usuarios tienen identidades específicas y se comunican, en mayor medida, a través de mensajes internos. "La empresa tiene sus propias reglas que cubren, por ejemplo, cuáles aplicaciones de terceras personas pueden usarse y cómo se tratan los datos personales", publica el semanario.
The Economist cita al erudito de internet Tim O`Reilly, quien encabeza la empresa O`Reilly Media. "Al final, es más que eso: es una guerra contra la red como una plataforma interoperativa", dijo.
Este punto ha sido muy debatido dado que los principales defensores de Facebook afirman que toda su operación es vía navegador web y no se requiere de instalación de programas que operen fuera de la interfase de hipertexto.
3. La velocidad de descarga: El tema es conocido como neutralidad en la web, de acuerdo a The Economist hay preocupación de que, los operadores de servicios de internet de banca ancha, negocien con proveedores de contenido para obtener más ganancias, donde los sitios que paguen, más tendrán mayor velocidad de descarga.
Es decir, el peligro es que, si un sitio de información "paga su cuota" los usuarios entrarán más rápido a él, de otro modo sólo los navegantes con máquinas muy rápidas o "con mucha paciencia" podrán entrar, un tema a debate en países como España y Estados Unidos. El caso más sonado es el anuncio de Verizon y Google de una alianza para unir posiciones en servicio y contenido.
En México sucede algo similar, pero tiene que ver con el engaño de la red "ilimtada" de banda ancha Telcel 3G que en sus letras chiquitas menciona que después de cierta cantidad de datos transmitidos, se reduce la velocidad.
Telcel lo llama que "la red alcanza el nivel de consumo permitido, si este limite (sic) es superado antes de finalizar el periodo contratado, la velocidad de navegación será disminuida a un máximo de 128 kbp por el tiempo restante". La consecuencia es simple: tal vez para email y navegación siga funcionando bien internet, pero no para ver videos o realizar teleconferencias.
4. ACTA, Acuerdo comercial anti-falsificación: Es un proyecto de varios países que inició desde 2006, donde México participa, que busca realizar una un acuerdo multilateral que permitiría el corte gradual de internet a los usuarios que descarguen contenidos e infrinjan derechos de autor.
El Economista de España publicó que estas acciones, tienen que ver con el incremento de bienes falsificados y obras protegidas por copyright pirateadas en el mercado global, pero no sólo incluye falsificación de bienes físicos, sino la "distribución en Internet y las tecnologías de la información".
La critica principal es que el ACTA "pretende ignorar determinados derechos fundamentales, con el único fin de garantizar los derechos de autor·", publicó ABC. El pasado 15 de septiembre el Parlamento Europeo rechazó las medidas del acta promovidas por la Unión Europea, Japón, Canadá y Estados Unidos, entre otros países.
Fuente: dragoliz.deviantart.com
5. El mal ejemplo de China: El uso de la llamada "gran muralla electrónica" (en inglés great firewall) ya impone controles severos que prohíben tener acceso a diversos sitios y es conocido su reciente disputa con Google, empresa que lo solapó por años. "Otros países como Irán, Cuba, Arabia Saudita y Vietnam, han hecho cosas similares, y otros gobiernos están aumentando el nivel de control de lo que la gente puede ver", publicó The Economist.
6. Gobiernos preocupados: "Internet es muy importante para ser ignorado por los gobiernos", publicó The Economist. En su análisis explican que muchos países, no sólo China, buscan legislar para quitarle a la web su característica libertad.
En abril, Google publicó el número de solicitudes recibidas por gobiernos en el mundo de julio a diciembre de 2009 para eliminar contenido o proveer información de los usuarios del buscador y de YouTube, donde destacan en primeros lugares países como: Brasil, Alemania, India y Estados Unidos. De México, se menciona, se recibieron menos de 10 solicitudes.
7. Comunicación encriptada: La comunicación vía móviles o internet está en poder de servidores ubicados en países élite, como Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña quienes inician una batalla por el control, que podría resultar de daño para el usuario y la gratuidad, de acuerdo a Boldpress.
El ejemplo más reciente es que desde hace varios meses, los gobiernos de algunos países de oriente pusieron un ultimátum a la empresa canadiense RIM, fabricante de BlackBerry, por no permitirles conocer los códigos de los mensajes de sus teléfonos, dado que temen puedan ser usados por grupos ilegales.
Lo mismo sucede con los sistemas de comunicación vía web (VoIP) Skype y Google, a quienes algunos
países les exigen que habiliten servidores en su territorio, para ser monitoreados, lo cual vulnera la comunicación segura.
En Estados Unidos RIM sí entrega esos códigos por ley, pero no en países como India, Líbano, Indonesia, Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, informó Reuters. Por ello, hace unos meses la india puso un ultimátum de cerrar el servicio de BlackBerry.
8. Fragmentación y control de dominios: Conocido como DNS, por sus siglas en inglés, los dominios cada vez son más y tienen más mayor control de gobiernos locales.
"Si un país iniciara su propio DNS, podría controlar mejor lo que la gente puede ver. Algunos temen que eso sea precisamente lo que China haga un día", publicó la revista londinense.
Desde octubre del 2009 ya fueron fragmentados algunos dominios, dado que la Corporación de Internet para Asignación de Nombres y Números, permitió que los dominios aparecieran completamente en otras escrituras, lo cual facilita a países como en China, Japón o Rusia, "pero señala otro paso hacia la renacionalización de Internet", se informó.
9. Bloqueo de direcciones IP: The Economist menciona que medios informativos "utilizan otra parte del sistema de direcciones de Internet, los números de IP que identifican a las computadoras en la red, para bloquear el acceso al contenido, si los consumidores no están en determinados países".
Es decir, si una persona desde Europa intenta ver un programa de televisión en Hulu, un servicio de video popular en Estados Unidos, tendrá el siguiente anuncio: "Lo lamentamos. En la actualidad, solo se puede acceder a nuestra videoteca dentro de Estados Unidos".
De manera similar, no se pude acceder desde Estados Unidos a Spotify, un servicio de rastreo musical europeo que es popular. Esta fragmentación no está regulada y tiene intereses comerciales claros.
10. Innovación en peligro: Si internet se convierte en una colección de islas con propietarios, a las cuales se tiene acceso por aparatos controlados de manera remota por sus vendedores, perdería parte de su cualidad genérica, advierte Jonathan Zittrain de la Universidad de Harvard y autor del libro "El Futuro de Internet". Para él esto provocaría que la innovación fuera más lenta.
Lo anterior se refleja en el debate de la programación de dispositivos móviles entre Google y Apple. The Economist menciona que Android, la plataforma de Google para teléfonos inteligentes, que es menos cerrada que la de Apple, "crece con celeridad y ha ganado más suscriptores en Estados Unidos que el iPhone, en el primer semestre del corriente año".
Zittrain, citado por Pissani, explica que este riesgo "podría alejar a los internautas de la Red que fomenta la innovación para empujarlos hacia una red de aparatos que incluye algunas de las funcionalidades más poderosas del Internet actual, mientras limitan su capacidad de innovación".
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