Publicadoen Vanguardia.com.mx: 25-Diciembre-2007
Sí, es cierto los modelos nuevos llegan con mayores equipamientos, menos tamaño y dirigidos a la emoción visual, pero con pocos estándares de seguridad en cuanto a las posibles radiaciones. Por ejemplo el anuncio más reciente es el celular irrompible, otros como el celular de Motorota para jóvenes, el famoso “Chocolate” tipo fashion de LG, o los de tecnología 3G con televisión.
No, no es cierto, que eso sea el principal interés de los usuarios de telefonía móvil, porque por más de 15 años que se estudian los niveles de radiación que emiten los teléfonos celulares y los efectos que produce el contacto constante del aparato con la cabeza y el cuerpo.
¿Por qué las compañías de telefonía celular no han enfocado sus campañas a la seguridad como lo hacen las empresas de programas para computadoras? Es un tema que a nivel mundial genera cada año estudios y millones de dólares, por el florido y acelerado crecimiento del mercado, es decir, preocupa porque ya el número de teléfonos celulares han superado las líneas tradicionales.
Según la COFETEL en México uno de cada dos habitantes cuenta con una línea celular, aunque eso son el número de chips vendidos y no el dato real de usuarios, pero en países Italia, Suecia y Reino Unido el número de usuarios de telefonía celular son más de 90 de cada 100 personas que lo usan.
El celular ya es para muchas personas parte de la vestimenta. Salir con teléfono celular es como salir con ropa interior, bueno para quienes usan.
La Organización Mundial de la Salud asocia en sus reportes algunas enfermedades con teléfonos celulares y estaciones de base, y se indica que es una pregunta que debe tomarse con mucha seriedad por el incremento tan grande del mercado, que podría significar implicaciones de salud a mayor escala.
”Dado el gran número de usuarios de la telefonía móvil, incluso un pequeño aumento de la incidencia de efectos adversos sobre la salud podría tener grandes repercusiones desde el punto de vista de la salud pública”, explica la OMS en su portal de internet.
Sí, el gran dilema es cómo comprobar que sea un riesgo, esa es la parte que se niega categóricamente la industria y las investigaciones llevan años. Se busca comprobar si esas radiaciones pueden causar algún daño, como sucede con el cigarro o con el tabaco o como se habló hace décadas de la radiación solar al cuerpo.
Seguro que a algunos de los lectores les ha sucedido que en ciertos momentos el teléfono celular suelta chispas o se siente muy caliente. Cada modelo cuenta con diferentes niveles de radiación según las normas establecidas a nivel internacional en el 2005 en Europa y América del Norte (llamada SAR) normas de medición de los niveles de radiación expuestos al cuerpo.
No, pero aún no México. El retraso es de más de 10 años, desde que se empezó a utilizar el primer teléfono celular en el país. Existe la Norma Mexicana, la cual aún no ha sido aprobada y entonces las compañías de teléfonos no cuentan con restricciones para incidir en uno u otro modelo al mercado. En otros países, si el teléfono pasa de la norma o SAR, no se puede vender.
Sí, es cierto, la cultura preventiva en México es muy poca y como política pública aún más escasa: ¿tenemos que esperar a que arrollen a una persona para poner el puente? ¿y si en uno o dos años se comprueba que el teléfono celular expuesto horas al cuerpo puede provocar algún mal?
Esto es sólo el principio de varios estudios que revisaremos en la próxima entrega. Por lo pronto, para estas fiestas conviene olvidarse del celular y en lugar de saturar las líneas el 24 o 31 de diciembre por la noche mejor mandar postales o llamar desde la línea de casa uno o dos días antes. Felices fiestas.
*Alejandro Cárdenas López es Director General del ICAI, las opiniones aquí vertidas son personales y no reflejan la postura institucional.
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