| Alejandro Cárdenas López /EL UNIVERSAL online Ir a texto original Viernes 18 de mayo de 2001 Jaime López transforma en canto y acción escénica 15 versos del ensayista y dramaturgo mexicano de principios de siglo
El argumento gira en torno a la desdicha de Damián, hermano gemelo de Cosme a quien le hace la vida imposible por ser idénticos. Está basada en la fusión de dos de las principales obras dramáticas de Villaurrutia, "La tragedia de las equivocaciones" que es el tema de los hermanos. Le segunda representa el entorno, que es una funeraria, está inspirado en los monólogos de la obra "Invitación a la muerte" -que ha sido denominada como una versión contemporánea de Hamlet-, y trata de un joven angustiado en búsqueda de su propio ser y su destino. La obra está dirigida por Jaime López. El actor y también director Sergio Zurita en el monólogo (quien actualmente dirige la obra No te preocupes, ojos azules ), la cantante e intérprete de Jaime López, Maru Enríquez y el director, escritor y cantautor creador de la Chilanga Banda Jaime López. La adaptación de Jaime López a los versos de Villaurrutia gira en torno a 15 canciones adaptadas de versos, cantadas por su amiga e intérprete Maru Enríquez, que se presentan a dueto desde hace alrededor de un año en el Café de Nadie y que es telón de la obra de teatro. Los actores se conocen. Zurita y López han trabajado anteriormente en los montajes True West , ¡Al fuego! , Lírica en escena y La desgracia del castigador , las últimas dos dirigidas por Jaime López. Yo sí me llamo Xavier... Jaime López termina por aceptar que es un ser impredecible, experimental y heterogéneo. Y esa condición es de sus principales impulsos para que un rockero, blusero, cumbiero, dramaturgo y compositor decida hacer una obra de teatro que parte de una admiración a Xavier Villaurrutia y a sus compañeros actores. Para el intérprete del disco Nordaka , lo experimental es inherente al teatro, "no hay teatro experimental", así como tampoco hay música de fusión. Jaime López detesta que le hablen de ese tipo de música, para él la fusión es inherente a la música, toda música es de fusión y yo pienso siempre en la fusión de elementos, advierte. Para López del punto de partida de la creación de una obra de teatro, en este caso, "es un gusto", aunque puede ser cualquier cosa, explica: "Yo antes creía que era tan sencillo decir, mi gusto es este , pero a estas alturas te podría decir que es más apasionante la lucha por el placer, que la lucha por el poder, yo no sé en qué entornos, pero en el que a mí me ha tocado vivir de tiempo y espacio y todo lo demás, sí prefiero la lucha por el placer", declara. Ante ese "gusto" en este caso por Villaurrutia surgió primero una serie de cantos que dieron a luz al cantautor profano. La primera composición de los poemas fue Silencio, silencio , a principios de mayo del 2000, a partir de eso le siguió un proceso de composición por parte de Jaime López que él mismo denomina, "compulsivo", porque se hizo una tras otra. Después de un proceso de selección son 11 temas los que se presentan en la obra de teatro que encajan con el argumento. Los viernes se presentan a dueto López y Enríquez desde hace más de medio año con el repertorio de temas de la obra y las canciones que el público pida. "Villaurrutiana" es una representación con papeles hechos a la medida, explica Sergio Zurita. Fueron pensados en cada uno de los intérpretes. Jaime explica que sedujo a sus actores al decirles: a mí me gusta Villaurrutia de este modo". Jaime López habla de una relación inmediata y estrecha con Villaurrutia, principalmente en su poesía. Por otro lado con sus compañeros hay "una relación de admiración mutua", es decir "hablando de la cuestión meramente política, estamos dispuestos a partirnos la madre por nuestros gustos", comentó. Sin embargo, para el autor de éxitos como La primera calle de la soledad y Ella empacó su bistec , su obra de teatro es algo más homogénea y menos experimental. ¿Cómo se define la Villaurrutiana? Maru Enríquez explica que el estilo de la obra es seguir en la línea del escritor mexicano de principios de siglo. Hace alusión a un texto de Villaurrutia: "El teatro hay que salvarlo de la enfermedad y buscar nuevos espacios", hay que darle aire, explica la cantante y enfatiza que de alguna manera ellos hacen lo mismo, porque es en un café, una galería artística, un lugar para el montaje. Jaime López afirma en ese sentido que su pretensión no fue tomar la obra como un artículo de lujo cultural, porque el teatro no debe ser exclusivo; para él es un espacio natural que puede tener cualquier lugar, "nada más es cuestión de encontrarlo". El rockero mexicano critica que mucha gente vea a Villaurrutia como un poeta sórdido, nocturno, y de la muerte, "porque generalmente no ven el humor que hay en él, yo no creo que sea un humorista involuntario, yo veo el humor en su poesía quizás es más difícil de pescarla". El lugar tiene un sentido histórico importante, porque ahí, en el lugar donde se presenta el cantautor profano, vivían las hermanas de Xavier Villaurrutia; él leía sus poemas a ellas, hace más de 50 años. Tal vez por eso los actores se resisten a llamarlo un homenaje, porque un acto de tal índole, afirman, no tiene valor en sí mismo y representa más a personas que ya fallecieron y para ellos el autor sigue vivo. "Un homenaje es como un velorio, donde está un muerto, pero nadie va al velorio en sí", afirma Zurita. "Villaurrutiana, un cantautor profano" se presenta desde el 2 de mayo hasta el 29 de agosto en el Café de Nadie a las 20:30 horas. Ubicado en la calle San Luis Potosí 121, planta alta, Roma. Cupo limitado a 50 asistentes por función. Reservaciones al teléfono 5264-3420. |
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