La noticia sobre que el periódico New York Times pide a Twitter deshabilitar la cuenta @freeNYtimes es una señal importante sobre la forma en que las redes sociales poco a poco van dejando de ser el gran descubrimiento para el periodismo y de qué forma pueden poner en riesgo a algunos medios.
La noticia publicada en el sitio especializado en redes sociales @Mashable, "New York Times Asks @Twitter to Disable Paywall-Jumping Feed http://t.co/CBto97T", es una forma clara en que una red social afecta la marca de una empresa, como el NYTimes lo menciona en su justificación.
Este texto no es una descalificación a redes influyentes como Facebook, Twitter o Hi5, pero considero que los periodistas
les heMos hecho "el caldo gordo" y hay que tomarlasen su justa dimensión. La Revista Zócalo, especializada en medios de comunicación, publicó recientemente un texto de Naief Yehya quien desmitifica la idolatría
a las redes sociales y cita a otros autores de The Guardian y de Global Voices, las ubican en su justa dimensión.
Yehya expresa sus dudas a la llamada "revolucuión Twitter" en Iran durante el 2009:
"El 13 de junio del 2009 hubo una marejada de 'tweets' que supuestamente provenían de Irán, pero de acuerdo con algunos observadores como James Corbett (ir a liga) la gran mayoría estaban en inglés y provenían a 'nuevos perfiles con la misma foto en el perfil'", se publicó en la Revista Zócalo .
Eso no quiere decir que los reportes fueran falsos pero deja en entredicho la legitimidad de que los usuarios estaban tweeteando o facebookeando en tiempo real. Sin duda hay millones de cuentas en redes, pero el tema de fonfo es que como ha sucedido en otras épocas, no fueron determinantes, sino un apoyo como antes lo eran los pasquines o la noticia de voz en voz.
Ya sucedió en las "revoluciones" de Oriente Medio en Líbano, Kuwait e Irak en 2005 y en Tunez 2010 fueron fraguadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos para ocupar esos países acercar sus bases militares cerca de Rusia y China.
"Tenían como objetivo la imposición de reformas democráticas, que en realidad se traducían en tibias medidas gubernamentales que de una u otra forma convenían a la política intervencionista estadounidense", publicó Yehya.
En algunos casos podría ser "una fantasía Occidental con inevitables ecos racistas, ya que en gran medida despoja a los pueblos de la capacidad de dictar su propio destino".
Otras ideas surgen para darnos cuenta de qué forma estamos de cierta forma un poco cegados a las redes sociales y ciertas empresas de tecnología, como Apple:
- ¿Por qué un usuario no puede obtener tener los correos electrónicos de los que los siguen en Twitter?
- ¿Por qué Apple no le pasan las bases de datos de los suscriptores a sus APP de iPhone y iPad a los dueños de cada una de ellas?
- ¿Por qué Facebook adquiere los derechos de las fotografías que envías en el momento en que son compartidas por otros usuario?
- ¿Por qué tter no ha dado explicaciones claras de cómo haxe a un usuario más populares y "recomendados" que a otros?
Lo que hace el New York Times es eso, se atreven a cobrar (un tema polémico por si mismo) y además abiertamente reconoeer el riesgo de las redes a su marca, una batalla que apenas inicia.
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