Publicado en Vanguardia.com.mx: 01-Febrero-2008
El periodismo ciudadano está conformado por un grupo privilegiado de personas, conocedores de ciertos temas, que se dan tiempo de tomar parte de conversaciones extrañas, con habilidades técnicas de computación y cierta estabilidad económica.
La cultura civil que había sido dada en estructuras de pirámide se va haciendo circulares y una de las aristas es el llamado “periodismo ciudadano”.
Lo realizan jóvenes y adultos que saben aprovechar los avances de Internet y las bitácoras en línea (blogs). Ellos producen noticias que ya no sólo son disponibles para políticos, empresarios y grupos de poder, son: de ciudadano a ciudadano.
Los famosos “blogs” inciden en la vida social, por ejemplo según Reporteros Sin Fronteras, recientemente en Irán arrestaron al “bloggero” Arash Sigarchi condenado a 14 años, acusado de espionaje y de “ayudar a fuerzas extranjeras contrarrevolucionarias”.
Pero no sucede sólo en países árabes, también sucede en occidente. Según el diario conservador Brussels Journal en Suiza el portal “Turkkilaista tuumintaa” del “bloggero” TomaShot, fue dado de baja y se le cobraron 825 euros por incitar contra un grupo nacional y escribir en contra de los inmigrantes.
Así como la panza necesita los microbios benignos del agua de la llave y no de garrafón, los “reporteros no profesionales” buscan esa subjetividad tan necesaria para desarrollar la imaginación, expresarse y cuestionar la objetividad y los métodos actuales de comunicación.
Esta declaración representa la voz de quienes no llegan a los medios tradicionales; se ha creado con códigos html, sitios web, computadoras, chips y pantallas: un esfuerzo colectivo:
1.- “Cualquier ciudadano puede ser un reportero”, dijo el coreano Oh Yeon Ho, fundador y director del sitio más famoso de periodismo ciudadano OhmyNews.com, quien recibe alrededor de 300 textos diarios, editados por un grupo de 20 periodistas.
2.- “Todo está dicho, pero el detalle siempre es mejor”. Somos productores amateurs de noticias preocupados por llenar un espacio que otros medios no cubren, personas comunes y corrientes que quieren dar de su tiempo libre mientras navegan por Internet:
3.- “Un espacio que llega con nuevas voces”. Somos desobedientes civiles que reportan a cobertura no oficial en línea. Realizamos diferentes formas de expresión para rastrear a grupos de poder. Somos los “orejas” (no de Gobernación) blancos, con ganas de informar.
4.- “Tenemos un público hambriento por noticias alternativas”. Es un grupo que existe también, ciudadanos que utilizan Internet y buscan información distinta, cotidiana, sin tabúes, sin sesgo político.
5.- “Se unen formas nuevas y viejas de periodismo”. Según Gillmor de esta forma pueden coexistir amateurs y profesionales de la información, lo que en un futuro será natural.
6.- “Miles de ojos sirven más que uno”. Los nuevos miembros de la “elite de la información” ganan precisión y rapidez al ser muchos reporteros ciudadanos escrutinándose a sí mismos. Es muy similar a la creación de programas de código abierto, donde entre muchos trabajan más rápido y eficientemente.
7.- “Me extraña que siendo araña, no uses la red”. Son extraños que trabajan en la misma historia y rendimos honor al don de la ubicuidad de conocimiento. No nos pagan aunque algunos han hecho dinero con su blog, pero sí podemos expresarnos y hay un público que nos lee.
8.- “La noticia es de quien la trabaja”, como dijo Emiliano Zapata. Provocan una forma particular de llegar a la verdad o de intentar hacerlo, muy diferente a los géneros periodísticos tradicionales, que según Gillmor no será le mejor pero “al menos alumbra sus inconsistencias”.
9.- “Ocupamos un lugar nuevo y crecemos”. A nivel mundial ciertos medios de radio, televisión y los periódicos ya monitorean estos sitios, y si saben en qué bitácoras buscar y dónde buscar, pueden encontrar noticias publicables.
10.- “La imaginación está por encima de la razón”, domo dijo Albert Einstein. Por la cantidad tan grande de blogs, los principales críticos dicen que la mayoría carece de credibilidad y contiene mucha paja, pero los medios tradicionales tampoco están en un pedestal para la sociedad: según las encuestas más recientes de Latinobarómetro en México y Latinoamérica la gente confía más en la religión que en el Gobierno, el ejército o los medios de comunicación.
La cultura civil que había sido dada en estructuras de pirámide se va haciendo circulares y una de las aristas es el llamado “periodismo ciudadano”.
Lo realizan jóvenes y adultos que saben aprovechar los avances de Internet y las bitácoras en línea (blogs). Ellos producen noticias que ya no sólo son disponibles para políticos, empresarios y grupos de poder, son: de ciudadano a ciudadano.
Los famosos “blogs” inciden en la vida social, por ejemplo según Reporteros Sin Fronteras, recientemente en Irán arrestaron al “bloggero” Arash Sigarchi condenado a 14 años, acusado de espionaje y de “ayudar a fuerzas extranjeras contrarrevolucionarias”.
Pero no sucede sólo en países árabes, también sucede en occidente. Según el diario conservador Brussels Journal en Suiza el portal “Turkkilaista tuumintaa” del “bloggero” TomaShot, fue dado de baja y se le cobraron 825 euros por incitar contra un grupo nacional y escribir en contra de los inmigrantes.
Así como la panza necesita los microbios benignos del agua de la llave y no de garrafón, los “reporteros no profesionales” buscan esa subjetividad tan necesaria para desarrollar la imaginación, expresarse y cuestionar la objetividad y los métodos actuales de comunicación.
Esta declaración representa la voz de quienes no llegan a los medios tradicionales; se ha creado con códigos html, sitios web, computadoras, chips y pantallas: un esfuerzo colectivo:
1.- “Cualquier ciudadano puede ser un reportero”, dijo el coreano Oh Yeon Ho, fundador y director del sitio más famoso de periodismo ciudadano OhmyNews.com, quien recibe alrededor de 300 textos diarios, editados por un grupo de 20 periodistas.
2.- “Todo está dicho, pero el detalle siempre es mejor”. Somos productores amateurs de noticias preocupados por llenar un espacio que otros medios no cubren, personas comunes y corrientes que quieren dar de su tiempo libre mientras navegan por Internet:
3.- “Un espacio que llega con nuevas voces”. Somos desobedientes civiles que reportan a cobertura no oficial en línea. Realizamos diferentes formas de expresión para rastrear a grupos de poder. Somos los “orejas” (no de Gobernación) blancos, con ganas de informar.
4.- “Tenemos un público hambriento por noticias alternativas”. Es un grupo que existe también, ciudadanos que utilizan Internet y buscan información distinta, cotidiana, sin tabúes, sin sesgo político.
5.- “Se unen formas nuevas y viejas de periodismo”. Según Gillmor de esta forma pueden coexistir amateurs y profesionales de la información, lo que en un futuro será natural.
6.- “Miles de ojos sirven más que uno”. Los nuevos miembros de la “elite de la información” ganan precisión y rapidez al ser muchos reporteros ciudadanos escrutinándose a sí mismos. Es muy similar a la creación de programas de código abierto, donde entre muchos trabajan más rápido y eficientemente.
7.- “Me extraña que siendo araña, no uses la red”. Son extraños que trabajan en la misma historia y rendimos honor al don de la ubicuidad de conocimiento. No nos pagan aunque algunos han hecho dinero con su blog, pero sí podemos expresarnos y hay un público que nos lee.
8.- “La noticia es de quien la trabaja”, como dijo Emiliano Zapata. Provocan una forma particular de llegar a la verdad o de intentar hacerlo, muy diferente a los géneros periodísticos tradicionales, que según Gillmor no será le mejor pero “al menos alumbra sus inconsistencias”.
9.- “Ocupamos un lugar nuevo y crecemos”. A nivel mundial ciertos medios de radio, televisión y los periódicos ya monitorean estos sitios, y si saben en qué bitácoras buscar y dónde buscar, pueden encontrar noticias publicables.
10.- “La imaginación está por encima de la razón”, domo dijo Albert Einstein. Por la cantidad tan grande de blogs, los principales críticos dicen que la mayoría carece de credibilidad y contiene mucha paja, pero los medios tradicionales tampoco están en un pedestal para la sociedad: según las encuestas más recientes de Latinobarómetro en México y Latinoamérica la gente confía más en la religión que en el Gobierno, el ejército o los medios de comunicación.
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